Puerto Rico, un territorio no incorporado de Estados Unidos, sirve como ejemplo de una nación con representación internacional, pero sin soberanía plena. Al igual que Puerto Rico, Argentina ha sido objeto de proyectos externos que buscan influir en su destino. Una de estas teorías, el Plan Andinia, resurge en el discurso público argentino. Aunque considerada obsoleta por muchos, el actual presidente ha revitalizado esta idea, presentándola como una vía para convertir la Patagonia en un nuevo Israel. Realizando la salvedad que el sector productivo del norte de Santa Fe, Córdoba y Mendoza son deseables por su potencial para los países ultra capitalistas como Estados Unidos e Inglaterra. Esta visión, arraigada en un particular entendimiento de la historia y la identidad nacional, ha generado preocupación entre quienes temen que priorice intereses externos por sobre los de la nación.
En contraste con estos proyectos ambiciosos, es notable la ausencia de iniciativas concretas dirigidas a resolver los problemas internos de Argentina. La falta de inversión en educación, salud y desarrollo económico contrasta con la atención que se presta a proyectos de carácter ideológico y geopolítico.
Existe una creciente preocupación en Argentina por la influencia de las políticas exteriores en las decisiones internas. Algunos sectores de la sociedad civil denuncian una alineación cada vez mayor con las políticas de Israel, lo que podría tener implicaciones en materia de derechos humanos y relaciones internacionales.
Además, se observa una tendencia hacia la concentración del poder y una creciente desigualdad social, lo que genera temores sobre el futuro de la democracia en el país.
Podemos entender entonces que nuestro País es ensayo y error del conglomerado armado por Estados Unidos e Israel que está a punto de quedarse con parte de lo que fue Siria.
Milei el día 5 de junio de 2024 repitió que venía a destruir el Estado. Eso significa que pretende y trabaja para que Argentina desaparezca como nación soberana e independiente. Desde que asumió siguió los pasos de los Estados Unidos y en contra de los intereses nacionales, permitió que mueran de cáncer los jubilados, les quitó los subsidios a los medicamentos, sus funcionarios hablaron de una forma de neo esclavitud con jornadas de trabajo sin fin, no se volvió a hablar de la coparticipación a las provincias y los chaqueños cargamos con una ley que permite solicitar un préstamo de 150 millones de dólares que nunca vamos a ver. Se irán como los 40.000 millones de dólares solicitados por Mauricio al FMI.
La búsqueda de pretender ser como Puerto Rico para los norteamericanos ya esta en marcha con el apoyo de la gran cantidad de argentinos que pretenden ser algo que nunca serán: Parecidos a los Yanquis.
La división política ha comenzado. Pretenden distanciar a los patagónicos de los argentinos del norte, a los argentinos del centro. Pretenden hacerlos “independientes”. Atomizar los países es el objetivo y nuestra republica es muy grande para los intereses externos.
Sorprende a las personas que todo sea tan rápido. Los tiempos a causa de la tecnología se han tornado veloces. Desde el día a día hasta los segundos se tornan presurosos. La política internacional y nacional es veloz. La realidad se vuelve tirana porque llegan tarde nuestros ideales. Falta muy poco para que al mate amargo lo reemplacemos por alguna… droga sintética.
* Lic. Alejandro Zabaleta.
Profesor de Geopolítica y Relaciones Internacionales.