Vivimos épocas donde la gente no lucha por sus derechos. Están conformes con su celular y no quieren que le saquen tal privilegio. Los derechos no nos importan mientras tengamos “el celu” con nosotros como si fuera un ser vivo.
Mientras tanto la propia República se desangra con incapaces para dirigir el país la provincia o el municipio. Designaciones horribles de personas sin conocimiento ni intención de servicio sino de apropiarse del Estado.
Se auto legislan ingresos fastuosos mientras el Banco Central va quedando sin reservas para pagar una deuda que el pueblo no pidió nunca. Y dentro de su ingeniería social van cambiando términos: al fascismo le llaman libertad; a la distribución igualitaria la llaman corrupción. En teoría política la llamamos la “Ventana de Óberton”, significa algo que desde lo imposible se traslada por influencias bastante oscuras a algo posible.
La actriz Florencia Peña planteó y fue retrucada por el actor “Puma” Goiti acerca de la reposición del programa televisivo: “Pone a Francella”, donde ella plantea que “hay que debatir el humor” refiriéndose al sketch humorístico de “La Nena” donde el protagonista se relame por el personaje interpretado por Julieta Prandi. Tal personaje no es viable en los tiempos actuales porque la sociedad ya se planteó el respeto absoluto por la minoridad.
Ahora desde un punto de vista político, el actual presidente defendió al misionero de apellido Kiczka legislador nacional y pedófilo detenido en la provincia de corrientes. La web está llena acerca de esta noticia.
El hecho es que el Poder tal como sabemos que existe ha tomado algo que tiene bases milenarias que es el abuso de niños como eje y nuestro primer mandatario no esta ajeno a esta situación. Desde su fe religiosa hasta la noticia que lo enmarca vemos gobernantes cerca de los hechos horribles.
La película “Sonidos de Libertad” trata de reflejar esta situación del tráfico y el abuso de menores. Lo doloroso es que semejante delito no se ha podido erradicar después de tantos milenios.
En las guerras bíblicas a quienes primero se asesinaba era a los niños. En el libro de Números, se describe la orden de entrar a asesinar los pueblos, totalmente sin pensar en los menores. La cuestión era eliminar a todos.
El genocidio de niños no es nuevo. Es antiquísimo y vemos una humanidad terriblemente enferma.
De a poco vamos naturalizando aquello que no lo es. Vamos según los datos de los medios aceptando que se roben, maten, violen y torturen a niños. No se puede bajo ningún aspecto naturalizar que se maltrate a nuestros hijos. Que se roben y violen a nuestras hijas. Es horroroso ver que están involucrados en ello tanto servicios de inteligencia como fuerzas de seguridad que traccionan en las fronteras la circulación de este delito tan flagrante.
La incomodidad que les produce a las autoridades este tema los vuelve cómplices. Y ahora surgen preguntas: ¿Para que sirven los servicios de inteligencia en distintas fuerzas?; ¿Para que la trata de niños está respaldada siempre por fuerzas de seguridad?; ¿Acaso no están para cuidarnos?
Una dolorosa y posible respuesta es que el delito analizado es impulsado por una parte de las instituciones descriptas anteriormente. Sobre todo, en Latinoamérica no existen ciertos delitos sino están impulsado por partes maliciosas de ciertos organismos.
Todavía después de Loan no podemos ver el horizonte. Aún después de tantas Sofías seguimos ciegos.
* Lic. Alejandro Zabaleta.
Profesor de Geopolítica y Relaciones Internacionales.