Mignani fue determinante en el goleo, la conducción y la asistencia a sus compañeros. El parcial de +25 entre la mitad del segundo cuarto y el final del tercero reflejaron la diferencia en el resultado. Fue 96 a 85 y el quinto y decisivo juego se define este viernes en San Francisco.

No fue el arranque esperado. Los dos primeros intentos Basualdo y de Henry de más allá de los 6.75 hacían presagiar una noche diferente a la del lunes. Por el otro lado, Assum y Montero conseguían sendos intentos de tercera dimensión. Cambió el DT visitante Beltramo en el quinteto inicial y apostó a un 5 más dinámico con Stucky en vez de Oberto y en los primeros minutos acertó. Es que las malas decisiones y desaciertos de Villa San Martín generaron un sólo punto en los primeros 4 minutos de partido.

Un parcial de 12 a 3 en favor de San Isidro, todos desde la vía de los tres puntos, pronosticaba un desenlace diferente al del final. El 14 a 5 generó el primer minuto de Castro para refrescar conceptos. Quizás aquellos que los trajeron hasta esta instancia definitoria y no se mostraban hasta acá en el campo de juego. A esa altura, Villa ya extrañaba demasiado el goleo y conducción de Vieta, más el aporte de Mignani y Basualdo. Sólo Williams sacaba la cara por el local y el 0 de 6 en intentos de tres puntos más los 10 puntos de Montero provocaron un parcial de +10 en el parcial de los 10 minutos iniciales: 14 a 24 en favor de los cordobeses.

Parecía que la serie se cerraría en cuatro juegos. Pero pareció nomás. Una ráfaga del local en el inicio del segundo cuarto puso las cosas a dos, a partir de la conducción y aparición en plenitud de la figura de la noche: Mignani. Ya en ese momento, el juego pasaba por el mismo sentido del partido anterior: ajuste defensivo, atrape en bloque alto, transiciones rápidas y puntos accesibles. El ingreso de Guaita generó buenos dividendos tanto para enderezar el rumbo como igualar las acciones (33 por lado). Todo, con el gran acompañamiento y aliento de la parcialidad tricolor que ya era el jugador número seis.

En la lentitud de Romero en el traslado, en el gran atrape en lo bloque alto y el buen reingreso de los norteamericanos en los últimos minutos del segundo cuarto, se justifica el cierre favorable a Villa: 42 a 36 finalizó el primer tiempo con un parcial positivo de 28 a 12. Volvió a ser el tricolor del lunes, y con esa actitud y momento llegaba el momento de creer.

Y se creyó nomás. Se la creyó Mignani y pasó a ser imparable. El tremendo vuelco del tercer cuarto, donde justificó el merecido triunfo, el escolta mostró todo su repertorio: 17 puntos en el parcial (un total de 28 y nueve asistencias) pulverizó cualquier intento de reacción de la visita. Se le sumó Henry, con acertada efectividad desde los tres puntos y con cinco triples casi al hilo (dos de Mignani, dos de Henry y uno de Favio Vieta) la diferencia se estiró a 15: 65 a 50.

Quince puntos la diferencia cuando16 minutos antes era de 10 en contra. En síntesis: parcial de 51 a 26 en ese lapso. Ni Assum primero ni Bruno después pudieron contener al incontrolable Mignani en ese período, quien moldeó una producción de 17 puntos en el tercer cuarto más varias asistencias para redondear 10 minutos ideales y estirar la diferencia a 12: 74 a 62 (parcial de 32 a 26). En el último cuarto intercambiaron golpe por golpe, a tal punto que concluyó con diferencia de uno para la visita (22- 23). Apareció Basualdo y terminó de construir un buen juego el interminable Guaita. Intentó una reacción el conjunto cordobés con los puntos de Montero y de Oberto en la pintura. Pero fue tarde, demasiado tarde.

San Isidro volvió a mostrar deficiencias en el traslado del balón y manejo del juego, falta de carácter en momentos claves de la disputa y muy escasa productividad ofensiva en posesiones fijas. En cambio, Villa San Martín –excepto los diez minutos iniciales- redondeó otra buena actuación que lo llena de esperanzas para el quinto y determinante juego del viernes 6. Final abierta para el pase a semifinales, con el condicionante para los cordobeses de dos juegos perdidos sin atenuantes de manera consecutiva. El “Tricolor” intentará aprovechar el viento de cola y meterse entre los cuatro mejores. “Hay que creer” decía un viejo hincha en la tribuna. Y vaya si tiene fundamentos para hacerlo.

Síntesis:

Villa San Martín: Mignani, 28; Favio Vieta, 12; Henry, 16; Basualdo, 10 y Williams, 9 (FI). Galassi, 4, S. Pérez, 3 y Guaita, 14. DT: Gastón Castro.

San Isidro: Assum, 15; Vittar, 6; Montero, 18; Romero, 4 y Stucky, 5 (FI); Suñe, 3; Oberto, 23 (+34 de valoración); Zezular, 6 y Bruno, 5. DT: D. Beltramo.


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