Camino a las seis décadas, un 23 de noviembre de 1962, se instaló en la intersección de las avenidas 9 de Julio y España en el acceso a Barranqueras, la estatua denominada "La Constitución". Este ícono escultórico también le adjudicaron el nombre de “La República” o el que eligió la comunidad de la zona: “La Patona”. Tiene una historia particular, que involucra a la Fundación Eva Perón y a los golpistas de la autodenominada “Revolución Libertadora”.

Leone Tommasi fue un pintor y escultor italiano que entre 1950 y 1954, viajó a la Argentina para realizar las grandes estatuas de contenido social que se colocaron en el frontispicio superior de la Fundación Eva Perón (actual Facultad de Ingeniería de la UBA, localizada en la avenida Paseo Colón de la Ciudad de Buenos Aires). Una de esas estatuas era la de “La Constitución”, hoy ubicada en la entrada principal de Barranqueras.

Este monumento es especialmente importante por dos motivos fundamentales: por un lado, el material y las dimensiones que posee, ya que está realizada en mármol de carrara. Y por el otro, su increíble historia. Luego del golpe de Estado contra Juan Domingo Perón, producido por los militares de la autodenominada “Revolución Libertadora” en 1955, esta enorme estatua fue retirada de la fachada de la Fundación Eva Perón junto con las demás esculturas que allí se encontraban. Posteriormente, la estatua de “La Constitución” fue donada en 1962 por el Ejército Argentino al Chaco, durante el gobierno de facto de José María Guido. Junto a ésta, también se entregó el gran monumento al General San Martín (que también había sido retirado del edificio de la Fundación Eva Perón) que se encuentra actualmente en el acceso al Aeropuerto de Resistencia.

La Fundación Eva Perón (hoy Facultad de Ingeniería de la UBA) tenía 10 estatuas enormes en su fachada. Todas fueron retiradas tras el golpe militar contra Juan Domingo Perón. Dos de estos monumentos fueron trasladados al Chaco: la estatua del General San Martín y el monumento a “La Constitución”.

Si bien, en un primer momento se intentó levantarlo en el solar donde se erigía el edificio de la Casa de Gobierno del Chaco en Resistencia, lo cierto es que el peso de la enorme mole de mármol hizo que no resistiera la base y pusiera en riesgo a la escultura. Finalmente, se decidió trasladarla a Barranqueras, en la rotonda de las avenidas 9 de Julio y España (demarca el límite con la capital provincial), donde permanece hasta la fecha como el monumento icónico de la Ciudad Portuaria.


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