Con la "nueva normalidad" las ciudades comenzaron a recuperar el ritmo y la vida social. Las zonas exteriores de los bares se ven repletas y en las calles son tantos quienes utilizan tapabocas como los que no los usan. Incertidumbre sobre el regreso del turismo, principal motor económico de España.
Los españoles recobraron hoy la libertad de movimiento en todo el país luego de tres meses en estado de alarma por el coronavirus, a la vez que se reabrieron las fronteras a los países de la Unión Europea (UE) salvo Portugal, en medio de una gran incertidumbre sobre el regreso del turismo, principal motor económico de España.
El estado de alarma, decretado por primera vez el 14 de marzo, que mantuvo bajo un estricto confinamiento a la población hasta finales de abril y luego se fue relajando, decayó minutos antes de la pasada madrugada, con lo que los españoles ya pueden desplazarse por todo el país.
También se reabrieron las fronteras a todos los países de la UE menos Portugal, cuyo gobierno negoció hacerlo de forma "coordinada" el 1 de julio, con un acto en el que estarán presentes el rey Felipe VI, el mandatario luso, Marcelo Rebelo de Sousa, así como el presidente del Gobierno y el primer ministro de ambos países, los socialistas Pedro Sánchez, y António Costa, respectivamente.
A partir de hoy los extranjeros que llegan a los aeropuertos españoles ya no tienen que realizar una cuarentena, solo deben rellenar un formulario sanitario -donde brindan datos para poder ser localizados-, son sometidos a control de temperatura y visual.
"Fue todo muy rápido y simple. Completé un formulario y nada más. Si me tomaron la temperatura habrá sido por cámaras", explicó a Télam Lois Jablonski, un alemán de 27 años que llegó al aeropuerto El Prat de Barcelona con la intención de quedarse al menos todo el verano trabajando en la ciudad condal.
Lois se mostró sorprendido al ver que algunas de las grandes avenidas de Barcelona están cortadas al tráfico y que se puede caminar sin que haya aglomeraciones: "No tengo miedo del coronavirus, pero es lindo ver la ciudad así", afirmó.
A pesar de la reapertura, la mayoría de viajeros que llegaron a los aeropuertos españoles no son turistas sino jóvenes que estudiaban en el extranjero cuando se decreto el estado de alarma o residentes que vuelven de sus países de origen.
Existe preocupación e incertidumbre acerca de cómo impactará el regreso de los turistas a ciudades como Barcelona, tanto desde el punto de vista sanitario, actualmente bajo control, como por si permitirá que la economía, hundida por el confinamiento, se recupere.
Los expertos del Ministerio de Sanidad español son conscientes del riesgo que supone controlar a nivel epidemiológico la llegada masiva de extranjeros y advierten que controlar los casos "importados" será el mayor desafío en esta nueva etapa en la que el virus "no desapareció".
La responsabilidad descansa principalmente en los propios ciudadanos, remarcan las autoridades, que buscan encontrar un "equilibrio" para no tener que dar marcha atrás.
Fuente: Télam