La Organización Mundial de la Salud ha alertado sobre el aumento de casos de sarampión en diversas regiones del mundo, y Argentina no es la excepción. En las últimas semanas, el Ministerio de Salud confirmó 13 contagios en el área metropolitana de Buenos Aires, lo que ha encendido las alarmas en el sistema sanitario.
Según informó a Radio Nordeste Eliana Medina, jefa de inmunizaciones de la provincia del Chaco, el primer caso registrado se dio el 29 de enero, cuando una familia con antecedentes de viaje a Rusia, Dubái y Brasil ingresó al país y, a los pocos días, uno de sus hijos presentó síntomas de la enfermedad. "El niño de 20 meses comenzó con fiebre alta, tos y manchas blancas en la boca, signos característicos del sarampión", explicó Medina.
La propagación del virus fue rápida. En poco tiempo, el hermanito del menor también se contagió, así como cuatro vecinos del edificio en el que residían. Posteriormente, se detectaron nuevos casos en Florencio Varela, donde un adulto con síntomas contagió a su hijo de nueve meses. Actualmente, el número de contagios confirmados asciende a 13.
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, que se transmite a través de gotículas en el aire y puede permanecer activo en espacios cerrados durante aproximadamente dos horas. Para prevenir su propagación, el Ministerio de Salud ha intensificado las campañas de vacunación, recordando que la vacuna triple viral es gratuita y obligatoria.
"La clave para frenar el brote es lograr una alta cobertura de vacunación", enfatizó Medina. "Necesitamos que los padres revisen los carnets de sus hijos y se acerquen a los centros de salud en caso de tener dosis incompletas". En Argentina, el esquema de vacunación contra el sarampión incluye una primera dosis a los 12 meses de edad y un refuerzo a los 5 años.
A pesar de los esfuerzos, la cobertura de vacunación sigue siendo insuficiente. "Aproximadamente entre un 30% y un 35% de los niños están recibiendo la vacuna más tarde de lo recomendado, lo que los deja expuestos", advirtió Medina. Además, la funcionaria subrayó la importancia de la "inmunidad de rebaño" para proteger a personas vulnerables, como los inmunosuprimidos y las embarazadas, que no pueden recibir la vacuna.
Ante el avance del sarampión, el Ministerio de Salud ha intensificado la vigilancia epidemiológica y realizado operativos de bloqueo sanitario, que incluyen visitas domiciliarias y revisión de carnets de vacunación. Hasta el momento, se han implementado 179 intervenciones en diferentes barrios de Buenos Aires y Florencio Varela.
Medina también destacó la necesidad de la colaboración de los padres y tutores: "Muchas veces organizamos postas de vacunación en las escuelas, pero si los niños no llevan el permiso firmado, no podemos inmunizarlos. Necesitamos un compromiso real de las familias".
Las autoridades sanitarias recomiendan que cualquier persona con síntomas compatibles con sarampión utilice barbijo y acuda de inmediato a un centro de salud para su evaluación. "Es una enfermedad de notificación obligatoria, por lo que es fundamental detectar los casos a tiempo para evitar más contagios", concluyó Medina.