La reforma policial propuesta por el oficialismo republicano se derrumbó este miércoles en el Senado de Estados Unidos, luego de que la oposición demócrata la rechazara en bloque por considerar que era una respuesta inadecuada a los pedidos de las masivas manifestaciones para terminar con el racismo y la brutalidad de las fuerzas de seguridad.
Los senadores demócratas no habilitaron la mayoría especial de 60 votos necesaria para poder comenzar un debate y con eso pusieron fin al proyecto de reforma presentado la semana pasada por Tim Scott, el único senador republicano negro.
El resultado fue de 55-45 porque dos demócratas -el senador de Alabama Doug Jones y el senador de West Virginia Joe Manchin- y el senador Angus King de Maine, un independiente que suele votar con la oposición, votaron con los republicanos para abrir el debate.
La llamada Ley de Justicia del Partido Republicano fue la iniciativa más importante presentada por senadores republicanos para modificar el accionar policial. Sin embargo, está lejos de los cambios que propuso la oposición demócrata en la cámara baja y prácticamente no tiene conexión con los reclamos que se escucharon en las calles en las últimas semanas.
Los republicanos proponían crear una base de datos nacional de casos de mal uso de la fuerza policial, restringiría los estrangulamientos policiales y establecería nuevos procedimientos y comisiones de capacitación para estudiar cómo la cuestión racial y los abusos de los policías se vinculan.
Los congresistas, en cambios, pidieron la prohibición completa de la táctica de estrangulamiento en las detenciones, que los antecedentes de los oficiales sean públicos -como piden las comunidades negras actualmente- y sanciones más concretas por el abuso policial.
Hace unos días, Trump firmó un decreto, rodeado por policías, con propuestas propias, que él mismo reconocía no buscaba reemplazar una reforma discutida y aprobada en el Congreso.
Mañana la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes podría aprobar la reforma opositora, pero no está claro qué pasará en el Senado, donde el oficialismo sigue teniendo la mayoría absoluta de los votos.
El líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, prometió volver a intentar dar el debate antes del receso del 4 de julio.