Medios del vecino país hicieron un relevamiento en la ciudad de Nanawa, ciudad limítrofe de Clorinda, provincia de Formosa, luego de la reapertura de fronteras tras la pandemia. Ambos países se unen a través de una "pasarela", donde el flujo comercial se apaña bajo un sistema de ilegalidad inocultable.

Con la apertura de los pasos fronterizos en algunos puntos del país con la República del Paraguay, el intercambio comercial en las zonas limítrofes comenzó a reactivarse paulatinamente, tomando en consideración las diferencias económicas que generan algunos bienes. Todo ello forma un combo que deriva, en algunos casos, en un sistema con grandes tintes de ilegalidad, según plantearon desde el vecino país.

Para conocer la situación a fondo, desde Radio Provincia emitieron este lunes un reporte del periodista de ABC Color de Paraguay, Diego Díaz, quien brindó un panorama general de lo que se vive en la ciudad de Nanawa (ex Puerto Elsa), que se une, a través de una pasarela, con la ciudad formoseña de Clorinda.

“El combustible es el principal atractivo, en el centro mismo podemos encontrar bidones de nafta a 5.000 guaraníes ($72.05 pesos argentinos aproximadamente), gasoil a 6.000 guaraníes ($86.46 pesos argentinos aproximadamente) y Podium a 5.000 guaraníes”, relató el cronista desde el lugar, y agregó que “el gasoil está en las puertas de la ciudad, antes de ingresar al centro, en unos estantes al costado de la ruta”. “Vemos muchas personas con bidones y vehículos que llegan a preguntar el precio”, graficó.

Otra de las tentaciones por su bajo precio tendría que ver con los rubros alimentos y limpieza, lo cual a consideración de Díaz “tiene precios distintos a lo que se puede ver en el comercio formal”. “El huevo se destaca bastante, se puede conseguir dos maples por 25.000 guaraníes ($360 pesos argentinos aproximadamente), y artículos de limpieza. Son productos que están en la frontera Paraguay-Argentina", precisó.

En su diagnóstico, el periodista explicó que se da una especie de ‘orden interno’ para el comercio, el cual se inicia con combustible en la entrada, comestibles en el centro, y productos textiles en las afueras de casco céntrico de la ciudad, lo cual es acompañado por algunos espacios de ilegalidad. “Hay mecanismos bastante extraños, con aval de la Policía Nacional, que todos tienen que tener en cuenta a la hora de llegar”, contextualizó, y detalló que “se cobran peajes truchos de $5.000 guaraníes para ingresar, un precio similar al peaje formal, y también se cobra un estacionamiento a ese mismo precio para poder ingresar a la zona donde se pueden ver los artículos de venta”.

Además, el periodista agregó que el arribo a la ciudad se da cruzando “precarios puentes”, sin embargo, aseguró que “muchos vehículos están viniendo desde diferentes puntos”. “Hay un sistema extraño, pero hablamos con las personas y nos comentaron que es algo habitual”, concluyó.


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