La operación de la policía de investigaciones se inició a las 6 de la madrugada en una favela controlada por el Comando Vermelho (Comando Rojo), la banda narco más antigua de Brasil.
Imágenes de la TV Globo y otras que se difundieron en las redes sociales, mostraron cómo delincuentes armados con fusiles escapaban por los techos y terrazas de las casas de la favela, provocando terror entre los vecinos que se despertaban con los narcos dentro de sus viviendas.
Según informó la Policía Civil en un comunicado, un policía murió baleado en la cabeza, y 22 sospechosos también murieron alcanzados por balas policiales. A su vez, vecinos denunciaron abuso de la fuerza por parte de los policías: una novia no pudo acudir a su propio casamiento y una embarazada con cesárea agendada no pudieron salir de sus casas, entre otros casos.